¨La vida consagrada se comprende caminando, como siempre. Se comprende consagrándose cada día. Se comprende en el diálogo con la realidad. Cuando la vida consagrada pierde esta dimensión de diálogo con la realidad y de reflexión sobre lo que sucede, empieza a hacerse estéril... La reforma siempre es camino, es camino en contacto con la realidad y horizonte bajo la luz de un carisma fundacional... Mantener vivo el carisma fundacional es mantenerlo en camino y en crecimiento, en diálogo con lo que el Espíritu nos va diciendo en la historia de los tiempos, en los lugares, en diversas épocas, en diversas situaciones. Supone discernimiento y supone oración... ¡No tengan miedo a los límites! ¡No tengan miedo a las fronteras! ¡No tengan miedo a las periferias! Porque ahí el Espíritu les va a hablar. Pónganse ¨a tiro¨ del Espíritu Santo¨ (Papa Francisco, A la Semana sobre vida consagrada, mayo 2021)