El sacramento del bautismo nos hace partícipes de la vida divina. La Iglesia debería celebrar hoy el bautismo de tal modo que, mediante él, los hombres y mujeres barruntasen el secreto de su vida y supieran quiénes son realmente. Al igual que hacían los Padres de la Iglesia, Anselm Gr n nos muestra, con un lenguaje rico en imágenes simbólicas, qué significado puede tener para nosotros el bautismo, el mejor modo de celebrarlo y de vivir como personas libres y amadas incondicionalmente a partir de la realidad de este sacramento.