I. Juegos de magia.
II. Trayectoria mágica.
III. El papel de la magia
en el estilo educativo de Don Bosco
Todo amigo de Don Bosco sabe que hacía juegos de magia, y todo
aficionado al ilusionismo sabe que San Juan Bosco es su patrón.
Sin embargo, por extraño que parezca, no hay un solo estudio
crítico que aborde la cuestión sobre la magia que presentaba. Este
es el hueco hacia el que mira la obra que tienes entre tus manos.
Bastaba, por un lado, estudiar el ilusionismo del siglo XIX en sus
expresiones más populares y, por otro, rastrear las primeras noticias
biográficas del santo. Al fundir ambas esferas se descubre
una luz nueva que otorga profundidad a la persona de Don Bosco.
Como niño con sus juegos, como adolescente con sus amigos y
sus bromas, como joven con sus pasiones, a lo largo de las páginas
se descubre un Don Bosco más humano y, quizá por eso
mismo, más santo.