La vida es un regalo para todos. Un don difícil
de explicar y que, sin embargo, nos liga a un
compromiso eterno: lo recibimos gratis, lo
tenemos que entregar también gratis a los
demás.
El problema es que nuestra vida, marcada
por las modas individualistas y los cambios
tecnológicos acelerados, muchas veces
pierde la perspectiva de compartir este gran
regalo. Y sin embargo, saber disponerse al
don, es la mayor sabiduría de la vida.