La Biblia y la vida son ese gran soporte donde Dios se reconoce con palabras. La propia Biblia es el rastro en tinta de un Dios de la Vida, que aparece contemplando, amando y compartiendo todo aquello que tiene que ver con el latir y sentir. A través de relatos inspirados en muchas experiencias, Teresa Iribarnegaray ofrece en este libro un acercamiento más existencial a los textos bíblicos, de manera que puedas sentir de forma más directa toda esa vida presente en las Escrituras.