Una nueva Carta apostólica del papa Francisco sobre la formación litúrgica
dirigida a los obispos, a los presbíteros y a los diáconos, a las personas
consagradas y a todos los fieles laicos. En sus propias palabras, el Papa
dice: «Quisiera que la belleza de la celebración cristiana y de sus necesarias
consecuencias en la vida de la Iglesia no se vieran desfiguradas por una
comprensión superficial y reductiva de su valor o, peor aún, por su
instrumentalización al servicio de alguna visión ideológica, sea cual sea. [...]
Quisiera que esta carta nos ayudara a reavivar el asombro por la belleza de
la verdad de la celebración cristiana, a recordar la necesidad de una
auténtica formación litúrgica y a reconocer la importancia de un arte de la
celebración, que esté al servicio de la verdad del misterio pascual y de la
participación de todos los bautizados, cada uno con la especificidad de su
vocación».