Este libro de poemas nos lleva a descubrir y gustar el misterio de la naturaleza -manifestada en sus cuatro elementos fundamentales: tierra, agua, aire y fuego- y, por lo tanto, a contemplar y orar desde ella. En su preámbulo, el autor nos da las claves para lograrlo. Cada doble página forma una unidad compuesta por el poema, una imagen relacionada con el poema y un texto, por lo general un salmo, una cita bíblica o un fragmento de la exhortación Laudato si del papa Francisco, que nos invita a cuidar nuestra casa común. Los tres elementos pueden ayudarnos a descubrir la creación como poema de Dios, a dejarnos invadir por el estupor ante la belleza del mundo y a convertir esa vivencia en contemplación y oración.