Juan de Palafox y Mendoza (1600-59) es el eslabón perdido entre los dos pilares novelísticos de Occidente que son Cervantes y Defoe. También es el mayor punto de inflexión entre juristas escolásticos como Mariana y Grocio y teóricos liberales como Jefferson y Tocqueville. Por ende, puede que tengas en tus manos, desocupado lector, la novela más importante de todas. Al menos en la medida en que nuestra defensa de la libertad consiste en el arte de expandir las esferas del individuo, a fin de favorecer, paradójica y orgánicamente, nuestra capacidad de unirnos ?como un bosque, un desierto o alta mar?, y así ponerles límites tanto a los bárbaros que nos quieran robar como a los políticos que nos quieran tiranizar. De manera todavía poco reconocida, la belleza y el alcance de La conquista de la China (c.1654) aseguraron que el obispo de Puebla y virrey de Nueva España llegara a ser el más influyente de las tres generaciones de escolásticos salmantinos. Aquel reconocimiento vendrá; sólo es cuestión de tiempo.