He aquí al mejor Merton: incisivo, sincero, espiritual y provocativo. Como el mismo Merton señala: "No tengo respuestas claras a las preguntas que andan por ahí. Tengo preguntas y, de hecho, creo que a un hombre se le conoce mejor por sus preguntas que por sus respuestas".El libro lo forma una serie de meditaciones y apuntes poéticos, literarios, históricos y teológicos que hacen de Thomas Merton un "espectador" privilegiado de quien podemos aprender a mirar y a preguntar.