La deliberación tiene por objeto la toma de decisiones técnica y éticamente correctas por parte del ser humano. Esas decisiones casi nunca se toman en condiciones de certeza, aunque creamos que sí. Hay que tomarlas correctamente en condiciones de incertidumbre. El procedimiento para hacerlo se denomina, ya desde los antiguos filósofos griegos, «deliberación», tanto individual como colectiva. La segunda es aún más difícil, ya que exige tener en cuenta las opiniones y los puntos de vista distintos e incluso opuestos al propio; eso no es fácil, a veces ni es posible.
Aristóteles dijo que la deliberación puede ser «buena» o «mala». Deliberar bien exige un largo aprendizaje, que debería comenzar en épocas muy tempranas de la vida y constituir uno de los objetivos básicos del sistema educativo. Uno de sus grandes déficits, si no el mayor, es que en él no se enseña a deliberar sino a «triunfar en la vida».
Todos estamos continuamente tomando decisiones, aunque pocas veces reflexionamos a fondo sobre ello. Este libro expone la teoría y enseña la práctica de la deliberación, tant