El Adviento es un camino que recorremos todos los años para
preparar la llegada de Jesús a nuestra vida. A lo largo de cada
semana, simbolizada en una vela, vamos a reflexionar, dibujar,
rezar, reconocer lo bueno de cada día, con el fin de descubrir todo
lo que nos acerca a Jesús.
Al final de las cuatro semanas revisaremos lo conseguido y si el
camino que nos marcamos al principio, ha tenido en este tiempo
algún cambio o hemos conseguido logros que ni siquiera pensábamos.
La meta principal: acoger al Dios que viene y se hace uno
de los nuestros.