Adviento y Navidad son tiempos muy propicios
para meditar y dejar que la Palabra de Dios inspire
nuestras vidas.
La «lectura orante» del Evangelio de cada día para
estos tiempos litúrgicos tan importantes nos llega de la mano de Pablo Largo Domínguez.
«Es la Palabra de Dios la que suscita la fe, la
alimenta, la regenera. Es la Palabra de Dios la
que toca los corazones, los convierte a Dios y a
su lógica, que tan distinta es de la nuestra; es la
Palabra de Dios la que renueva continuamente
nuestras comunidades...
Creo que todos podemos mejorar un poco bajo
este aspecto: volvernos todos más oyentes de la
Palabra de Dios, para ser menos ricos de nuestras
palabras y más ricos de las suyas».
Papa Francisco