DE PROFUNDIS / CAPILLA MUSICAL ARTS SACRA
El Oficio de Tinieblas era la ceremonia que llevaba a cabo la Iglesia Católica los días de miércoles, jueves y viernes Santo al caer la tarde en la Liturgia de las Horas (maitines, laudes, vísperas, completas ) para preparar y favorecer interior y exteriormente la memoria de la muerte de Jesucristo. Se utilizaba para ello un candelabro especial que tenía quince velas llamado tenebrario, que representaban a los once apóstoles que permanecieron tras la traición del Iscariote, las tres marías (María Salomé, María de Cleofás y María Magdalena) y a la Virgen María, cuyo cirio era más destacado que los otros. Tanto las luces del templo como las velas se iban apagando una tras otra, para quedar el templo prácticamente a oscuras tras el canto de los salmos. Al final, quedaba encendido sólo el cirio principal que recordaba la muerte del Redentor. En la obra Responsoria Tenebrarum Un retrato musical del Oficio de Tinieblas Sergio Asián reúne los dieciocho responsorios de este oficio ya perdido, ordenados según el rito original con los seis primeros agrupados en lo que se hacía en la tarde noche del Miércoles Santo, los seis siguientes (del 7 al 12) correspondientes al Jueves Santo y, por último, los seis últimos responsorios (del 13 al 18) para la tarde noche del Viernes Santo.