Si la tienda de antigüedades de la familia es todo un universo para el niño Adriá, el despacho del padre es el centro de ese universo y su tesoro más preciado un magnífico violín Storioni, en cuyo estuche aún se aprecia la sombra de un crimen cometido muchos años atrás. Un accidente acabará con la vida del padre, sumiendo a Adriá en un estado de culpabilidad y llenando su mundo de secretos y turbios misterios que tardará muchos.