La Virgen María vino a visitar a sus hijos acorralados por la impuesta descristianización. En la visita, nos dejó un pequeño memorial, una medalla, que fué llamada Milagrosa por los pobres del pueblo. Este libro te ayudará a saborear y reconocer que la Virgen María es cristocéntrica, que Jesús es "mariano", y que ambos trabajan en equipo para nuestro bien. Las apariciones a santa Catalina Labouré (París 1830) así nos lo demuestran.