Los sentimientos juegan un papel insustituible en nuestra vida. Nos dan o quitan la fuerza para alcanzar lo que deseamos. Nos proporcionan personalidad, riqueza, capacidad de amar y ser amados. Sin ellos no podríamos desenvolvernos como seres humanos ni podríamos ser felices. Pero para llegar a la felicidad -y es posible- necesitamos desenredar la madeja de nuestra vida. Aprender a sortear las principales trampas que se presentan ante nuestros sentimientos, para evitarlas y acertar con la salida de nuestro laberinto.