El Credo, también llamado Símbolo o Profesión de fe, se reza en
primera persona, aunque la Asamblea lo haga a una sola voz. Con
ello expresamos nuestra adhesión personal a Dios y nuestra pertenencia
a la Comunidad. Una cosa no se da sin la otra. Dios nos
llama a través de otros a vivir en Comunidad y la Comunidad expresa
y transmite el amor de Dios a todos.
En esta nueva entrega, los autores nos proponen las claves para
profundizar en el Credo, partiendo de los detalles gráficos del
póster y de breves consideraciones que facilitarán el trabajo de
los catequistas y los animadores de grupos de fe.