Muchos noviazgos y matrimonios se rompen por tensiones que no se
solucionan a tiempo, lo que lleva a las parejas a una progresiva desilusión y
a una especie de desenamoramiento. Hay casos en los que estas tensiones
no se pueden resolver, pero en muchos otros los problemas sí tienen
solución. No hace falta que vuestra pareja esté al límite para que os animéis
a leer este libro. Basta con que queráis tomaros en serio vuestro amor y
establecerlo sobre unas bases firmes. Además, tengo una buena noticia
para vosotros: vuestro amor no tiene por qué morir. ¿Y sabéis por qué?
Porque el amor no se acaba. Somos nosotros los que lo acabamos cuando
dejamos de amar. El amor es mucho más que un sentimiento. Amar es un
verbo, algo que debemos hacer, una decisión que puede permanecer aun en
medio de las tensiones. Por eso os animo a luchar por que vuestro amor sea
cada vez más incondicional y así podáis superar cualquier tensión que os
sobrevenga. ¡Merece la pena!