Tadea lo tiene muy claro: ella quiere un gato. Y, aunque sus padres no están muy de acuerdo, está dispuesta a todo para conseguirlo. Pero a veces hay que tener cuidado con lo que una desea por si acaso.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información