La carta Sobre los sínodos de Hilario de Poitiers fue escrita desde el exilio,
en medio de una severa crisis teológica y eclesial, y está dirigida a los
obispos occidentales que se preparaban para participar en el sínodo de
Rímini (359). Por medio de ella, Hilario buscaba exponer el contenido de la
fe de los obispos orientales, que era objeto de sospechas, no siempre
justificadas. El obispo de Poitiers se esfuerza por hacer comprensible
algunas posturas teológicas orientales rechazadas en Occidente solo
porque no eran bien entendidas. Para ello, transcribe y comenta credos,
cánones y otros documentos fundamentales para conocer el desarrollo de
la teología en el siglo IV. Esta carta combina una aguda sabiduría teológica
con un auténtico espíritu eclesial. En palabras de Manlio Simonetti, se trata
de una obra de inteligencia y penetración poco común, que revela por
primera vez en un occidental una plena conciencia de la compleja realidad
religiosa de Oriente.