Actualmente, el tema de la Iglesia provoca reacciones inmediatas, con fuerte carga emocional, frecuentemente. En unos, más conservadores, su fe cristiana depende de su adhesión incondicional a la autoridad eclesial. Otros, por el contrario, no saben cómo integrar la fe en Jesús y su sentirse Iglesia. La perspectiva desde la que el autor aborda el tema de este cuaderno es claramente la del discernimiento espiritual. Presupone cierta teología de la Iglesia: pero su preocupación central es ayudar a la madurez de la experiencia espiritual. Las tesis de fondo pueden resumirse así: 1) Es positivo un cierto sentido crítico respecto a la Iglesia, en cuanto nace de la madurez, justamente, de la fe. 2) Si esta adquiere carácter teologal, la Iglesia será redescubierta con una hondura insospechada. En efecto, no se despliega la vida teologal del creyente hasta que se vive de la vida que se nos da en la Iglesia. 3) La cuesti n es altamente personal; pero repercute inmediatamente en el modo de sentirse Iglesia y en promover un nuevo modelo de la misma.
