Como tantas otras veces,"Lenin" decidió birlarle el maletín a un hombre con aspecto pudiente. Dentro solo encontró un catálogo de pinturas, una tarjeta de visita con el nombre del propietario y la llave de una habitación del hotel Ritz de Barcelona. Aquella misma noche, Lenin se puso en contacto con la víctima, le ofreció recuperar el objeto robado a cambio de una módica recompensa y quedaron en verse al día siguiente. Todo se complica cuando este hombre no acude al lugar pactado y un cadáver aparece en el Ritz. El detective Mascarell descubrirá que el catálogo pictórico hallado en el maletín robado pudiera haber pertenecido al propio Hitler, e intuirá que se enfrentan a unos enemigos mucho más poderosos de lo que pensaba.