Danny Skinner es una joven versión contemporánea del Dr.
Jekyll y Mr. Hyde. Reparte su tiempo libre entre el
fútbol, las mujeres, las borracheras monumentales y las
resacas apocalípticas por un lado, y la lectura de
Rimbaud, Verlaine y Schopenhauer por el otro. Y en su
tiempo de asalariado, trabaja en Sanidad y Medio
Ambiente y se dedica a inspeccionar restaurantes.