Cuando llegan a la isla constatan que el pueblo está completamente deshabitado. La mayoría de los visitantes llegan, como ellos, en barca, pero solo durante la estación estival. El entusiasmo inicial por la impresionante belleza del paisaje y la paz que se respira en el lugar dará paso al desasosiego cuando una serie de extraños hechos comiencen a sucederse. Pronto se darán cuenta de que no están solos en la casa.