Escolástica, a pesar de ser una santa del siglo sexto, un siglo que nos puede parecer ya lejano, todavía hoy nos ofrece un mensaje fresco que nos despoja de todo lo que es accesorio y nos estimula a buscar con simplicidad lo que es esencial: el amor de Dios. Santa Escolástica puede ser también hoy para nosotros un toque para vivir con atención las relaciones con los demás. En un mundo donde vivimos deprisa, en la inmediatez y casi en la virtualidad, la santa nos invita a la gratuidad, a saber invertir tiempo en los otros, disfrutándolo y enriqueciéndonos mutuamente. Y sobre todo, nos recuerda la búsqueda de Dios con el otro y en el otro.
Fiesta: 10 de febrero