No hay miembro en la Iglesia que no deba algo al Carmelo, escribió Thomas Merton en 1955. Como
cualquier otra familia religiosa, también el Carmelo habla por medio de su historia y por los diferentes
rostros que lo pueblan y lo mantienen vivo y útil para la humanidad. El título sin artículo Rostros del
Carmelo, subraya que no se trata más que algunos aspectos de la vida y de algunos semblantes
concretos de santos y santas del Carmelo, aunque los principales. El subtítulo Figuras y experiencias de
oración especifica que, en el fondo, no se trata más que de variaciones sobre el mismo tema: el de la
oración, cultivado en sus distintos matices o en su gradualidad.