El valor histórico de la Revolución Francesa es incuestionable. Fue el periodo perfecto para decir que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, de ahí que merezca ser conocido y analizado de modo riguroso y didáctico. La Revolución francesa conmocionó y transformó el mundo. Denunció un tipo de sociedad y construyó otra, anticipó la modernidad con la voluntad de instaurar un progreso permanente. Se erigió en modelo para el resto de los territorios del mundo y hoy sigue abriéndose paso en la mayor parte de las naciones, especialmente en las que fueron sometidas a colonizaciones. El conocimiento sobre lo acontecido durante la revolución sigue aportando datos para la reflexión sobre la organización social, económica y política del mundo.