Una crítica imprescindible a la despolitización de las tecnologías digitales. ¿De verdad esperábamos que internet favoreciera la convivencia democrática cuando cedimos su diseño y gestión a algoritmos opacos, propiedad de las mayores empresas del planeta? Internet, que se presentó como una promesa de libertad y democracia, ha desembocado en un paisaje grotesco de irracionalidad, ultramercantilización, violencia y descomposición de lo común.César Rendueles analiza el fetichismo tecnológico y defiende la urgencia de imaginar otras formas de socialización digital más libres y democráticas.