Ramón de Mesonero Romanos publicó en 1862 unos “Recuerdos de viaje...”, cuyo origen parece estar en el revuelo que las obras de Dumas y Gautier sobre sus viajes a España crearon en el ambiente literario madrileño. Mesonero ridiculiza a los viajeros franceses, y con el desenfado y la ironía que le caracterizaron traza un vistoso e inusual cuadro de algunos países europeos y de sus costumbres.
Apartándose de la pauta seguida anteriormente por los escritores de viajes, y siguiendo su estilo propio y su manera analítica peculiar, acertó a trazar, no una descripción árida y descarnada del país visitado, ni tampoco una guía o itinerario de pueblos tan próximos y conocidos, sino un cuadro animado y crítico de la manera de existir de aquella sociedad, una brillante exposición de las impresiones producidas por su estudio en el ánimo de un español, y para servir de útil cicerone moral a sus compatriotas; un trazado, risueño y filosófico, de aquellos usos y costumbres, contrapuesto a las nuestras, que tan gráficamente había alcanzado a pintar.
Nació en Madrid el año 1803, en el seno de una acomodada familia de comerciantes, lo que le permitió adquirir una excelente educación literaria. Quedó huérfano en 1820, y tras liquidar el negocio familiar, pudo viajar por Europa y dedicarse posteriormente al periodismo. Fundó y dirigió el “Semanario Pintoresco Español”, donde hizo famoso su seudónimo de “El Curioso Parlante”. Escribió varias obras sobre Madrid, entre las que merecen citarse sus Escenas matritenses, Manual de Madrid, El antiguo Madrid, Memorias de un setentón, etc., que le hicieron ser proclamado en el año 1864 cronista máximo y oficial de esta ciudad. Murió en el año 1882.