Pancho, Joseque y Teban escuchan decir a dos mujeres del pueblo que los visitarán los marcianos. Como cualquier niño de 8 años sabe, eso significa que podrían invadirlos. Para salvar al pueblo y al mundo, deciden preparar una bienvenida amistosa que apacigüe a los extraterrestres. Extrañamente, en el pueblo a nadie parece importarle la idea de una invasión de alienígenas, así que los tres niños se ven obligados a hacerlo todo solos: construir un aeropuerto para ovnis, preparar una merienda a base de hierro oxidado y buscar alojamiento para los visitantes. Las acciones secretas de los chicos llaman la atención de la prensa local, que empieza a ver indicios de la presencia de extraterrestres en el pueblo. Ahora, tanto los tres chicos, como sus vecinos, creen que vendrán los marcianos, aunque por motivos diferentes. Al final, se descubre que los nicos marcianos que visitan Villavernes de la Vega son los dos hijos de Aurora, la viuda de Marciano.