Convivir con los que no piensan como yo, y convivir bien,
según el autor, requiere unas gotas de filosofía. Reflexionar para
que la educación no fracase cuando los jóvenes llegan a la
adolescencia también parece tarea urgente. Las propuestas
educativas y morales de la sociedad contemporánea colisionan
entre sí, con contenidos distantes. Podemos encontrar una buena
tabla de náufragos en las aportaciones de varias mujeres, de
mente bien diversa, pero portadoras de un mensaje valioso,
balsámico y coherente.