París no se acaba nunca cuenta la época en la que Enrique Vila-Matas vivió en la buhardilla parisina de Marguerite Duras mientras trataba de escribir su primera novela. Una visión irónica de sus principios; un libro en el que Enrique Vila-Matas dirige su desternillante sentido del humor hacia sí mismo y hacia sus inicios como joven escritor. Un libro de aprendizaje, un manual de iniciación, un divertido autorretrato de la propia candidez, pero también del horror al vacío y la inevitable decepción de las ilusiones rotas.