Según afirma en este libro, lo propio de la filosofía es que no sirve para nada
y, sin embargo, precisamente por eso desde Sócrates y Platón se pensó que
servía para gobernar. Más tarde, con la filosofía de la Ilustración se creyó que
ese sueño estaba a punto de hacerse realidad, traduciéndose en un modelo
político que, desde la Revolución francesa, ha sido nuestro referente más irrenunciable.
El imperio de la razón es el intento de poner el mundo a la altura
de la verdad, la justicia y la belleza; tres ideas platónicas tras las que se esconde
un lema: Libertad, Igualdad, Fraternidad, con el que se guillotinó a un
rey y se cambió para siempre el espectro político de la humanidad.