Solo un amor eterno podía dar voz al olvido. En 1953, dos hermanos, Kilian y Jacobo, inician un viaje hacia una tierra lejana y exótica, la isla de Fernando Poo, para encontrarse con su padre en la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo. Allí, uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible enamorándose perdidamente, lo que será el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán al presente. Muchos años después, Clarence, hija y sobrina de esos hermanos, se zambulle en el ruinoso pasado y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.