Novela a novela Ibon Martín ha construido un universo muy especial en el que se mezclan con elegancia todos los tonos del noir:
investigación a cargo de un equipo policial, perfilación criminal del asesino, denuncia de asuntos de actualidad, suaves pinceladas de
suspense y ambientaciones poderosas que evocan paisajes rurales y leyendas antiguas.
La danza de los tulipanes nos sumerge en la ría de Urdaibai, un lugar mágico donde el mar y la tranquilidad se ven sacudidas por la
irrupción de un asesino complejo e inteligente, capaz de rivalizar con los ritmos de la naturaleza que siempre habían gobernado la comarca.
En La hora de las gaviotas, la suboficial Ane Cestero y su unidad especial tendrán que dar caza a un asesino feroz e implacable, capaz de
ocultarse a la vista de todo un pueblo, que ha asesinado a una mujer en mitad del desfile de las fiestas de Hondarribia.
En El ladrón de rostros, Ane Cestero y la Unidad de Homicidios de Impacto se enfrentan a El Apóstol, un asesino dispuesto a todo para
difundir la palabra de un Dios justiciero. Este imita de forma escalofriante la iconografía religiosa de Oteiza, uno de los grandes artistas
vascos del siglo XX. Sus víctimas aparecen abiertas en canal, evisceradas, y con el rostro mirando al cielo en señal de entrega por sus
pecados.