Publico estos poemas, con ilustraciones de Quetzal León, porque han brotado de la fuente que sacia mi sed, que calma mis anhelos, que serena todas mis ansias. Estos versos son don de Dios que nacen como destellos al abrigo de su Palabra, rumiada y contemplada en oración. Con mucho pudor, pues muestro algunos frutos de una relación amorosa, relación íntima y gozosa, con Jesucristo, mi Señor. En un encuentro con Quetzal León, en Ciudad de México, quedé conmocionado por su serie Exhalaciones. Y comprendí que era la única ilustración posible para estos poemas. Tienen la misma raíz: una aspiración, un destello imperceptible, un fulgor inesperado, con llama que consume y no da pena. Luis Fernando Crespo Libro perfecto para regalo, para la contemplación y la oración.