TRIVIÑO MONRABAL, MARÍA VICTORIA
Orar con san Antonio llega en un momento oportuno. En el año de la fe, cuando parece que se puede vivir sin fe en nadie ni en nada. ¿En Dios? Y la respuesta nos la dan los santos, quienes han vivido en la misma tierra, en las circunstancias del dolor, de la búsqueda, de la enfermedad, de la alegría, de la escucha y del silencio, del trabajo. Han corrido por las mismas calles y paisajes de la Hermana Madre Tierra.