No pocas veces nos hemos preguntado, ante
la avalancha de informaciones y opiniones
sobre la vida de la Iglesia y sobre el
pontificado del Papa Francisco, si los
enfoques de las noticias son adecuados y sin
sesgos, si la atribución de las declaraciones
se ha hecho correctamente, o si la información
religiosa es distinta a la de la política,
la salud o la cultura. Es hora de formarnos un
criterio sobre las noticias, las opiniones y los
medios que hablan de la Iglesia. Es la hora
del protagonismo activo de los lectores.