En una época en la que la ciencia y, sobre todo, su aplicación práctica, la técnica, se han erigido como la principal fuente de conocimiento, surgen de nuevo las preguntas sobre la relación entre la ciencia y la fe: ¿Es compatible la fe cristiana con la ciencia? ¿Viven los creyentes al margen de la razón? ¿Fe y ciencia pueden dialogar y colaborar? Con sencillez y claridad, y con la intención de que todos podamos aportar en una conversación sobre estos temas, el autor repasa la relación entre ciencia y fe a lo largo de la historia, tomando como referencia a Galileo, Darwin y Hawking, señala los límites de ciencia y teología, y explica las aportaciones mutuas de ambas disciplinas desde la convicción de que la ciencia puede facilitar el encuentro con Dios.