Esta novela de Lamet recrea la vida de María
Magdalena en 23 cartas escritas por ella misma a
Jesús y una más a María, su madre, que introduce
dicha correspondencia. La obra literaria se inspira
en los evangelios, en datos históricos y geográficos
de la época, guardando un equilibrio entre la ficción
literaria y las referencias históricas. Viene a ser
una lectura evangélica desde los ojos de una mujer
enamorada cuyo itinerario espiritual despierta,
gracias al encuentro con Jesús, de la marginación y
el sinsentido de las duras peripecias a las que se ve
arrastrada. Siente un amor tan hondo hacia él como
imposible, que la supera, la desconcierta hasta
transformarla. La figura recreada de Magdalena es
apoyo a muchas mujeres actuales, aún sometidas
al maltrato, la postergación y el olvido. A la vez,
reivindica el papel actual de la mujer en la Iglesia
católica, «asignatura pendiente en múltiples
facetas».