Hablar de misericordia hoy no es tarea fácil, aun cuando el mundo esté profundamente necesitado de ella. En esta misión, nosotros hemos optado por acudir a la Biblia, leída como Palabra de Dios. Distintos textos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, nos van acercando progresiva y pedagógicamente, a la confesión de fe: Dios es misericordia; Jesús es el evangelio de la misericordia de Dios.