En 1928, Berlín vive sus últimos días de desenfreno antes
de la caída de la República de Weimar. En medio de toda
esa vorágine, se encuentra Bernie Gunther, un joven policía
de Antivicio al que reclutan para formar parte del equipo
de Homicidios. Su primer trabajo consiste en investigar las
muertes de cuatro prostitutas a las que les han arrancado
el cuero cabelludo. Apenas ha empezado a estudiar el
caso, cuando aparece un nuevo cadáver. Poco después,
salen a la luz los ataques criminales a otro grupo marginal:
el de los veteranos de guerra tullidos que mendigan por
las calles de la ciudad. Ante la indiferencia general,
Gunther es uno de los pocos que no va a quedarse
de brazos cruzados para impartir la justicia que
merecen las víctimas.