A diferencia de otras mujeres bíblicas, María Magdalena es bien conocida por todos. Mencionada varias veces en los cuatro evangelios, la tradición, sin embargo, ha acabado identificándola, debido a una serie de confusiones y malas interpretaciones de los textos bíblicos, como la Magdalena penitente, la prostituta arrepentida de sus muchos pecados. Este breve ensayo, en la línea de otros estudios que recuperan su figura, nos muestra a una mujer singular, independiente, que lo dejó todo por seguir a Jesús, convirtiéndose en su discípula, subió con él a Jerusalén, y fue la primera en anunciar su Resurrección.