Como corresponde a un libro de ensayo, es destacable la versatilidad de los argumentos, es muy notable esa navegación por las diversas aguas del saber teológico: tan pronto comenta un salmo, como una bienaventuranza o una película, o un acontecimiento de la vida ordinaria para remontarse al fulcro que sostiene y da consistencia a toas las cosas -Cristo Jesús-, sabedor, como lo demuestra, de que El es la piedra angular que desecharon los arquitectos.