Cuestión sensible, dolorosa y hondamente anclada en el
imaginario colectivo de nuestra sociedad, la Guerra Civil
ha sido abordada desde múltiples puntos de vista, y
según diversos enfoques, a lo largo de decenios. Los
historiadores han insistido habitualmente en la ayuda
que prestaron las Brigadas Internacionales al bando
republicano, pero han obviado -o, cuando menos,
minusvalorado- la que determinados cuerpos extranjeros
prestaron al bando nacional. Así, y por mucho que se
refieran a la importancia de la Legión Cóndor alemana y
a los combatientes italianos, despachan con ligereza la
no menos decisiva participación de voluntarios
irlandeses, norteafricanos, franceses, ingleses, rusos y
portugueses. Sylvain Roussillon llena este vacío en un
libro, Los voluntarios internacionales de Franco, bien
alejado de clichés reduccionistas y de argumentaciones
sectarias y exhaustivamente documentado con archivos
todavía ignotos para el público general.