La reconstrucción de los principales acontecimientos desde
el Vaticano II hasta el papa Francisco ayuda a conocer
e interpretar la configuración una tercera Compañía, distinta
de la Compañía restaurada y más parecida y afín a la
de los padres fundadores. Pedro Arrupe (1965-1983), y su
sucesor, Peter Hans Kolvenbach (1983-2008), marcaron las
etapas de esta compleja y difícil transición. Con la llegada
de Francisco al pontificado, el primer papa jesuita, se han
reencontrado con un nuevo protagonismo en la vida de la
Iglesia. Han recibido del pontífice una misión específica: dar
a conocer la práctica del discernimiento espiritual, instrumento
para llevar a cabo aquella «conversión pastoral» que
está en el corazón de la reforma de la Iglesia y tan presente
en la encíclica programática de su pontificado, la Evangelii
gaudium.