Antes el mundo no era como ahora. El cielo no era gris, sino azul, y un círculo que parecía de fuego brillaba en el centro de él, proyectando sobre la tierra una luz natural. El mar no estaba contaminado y había ¡bonsáis gigantes!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información