El 9 de agosto de 1945 fue arrojada una bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki, causando setenta mil víctimas. El conmovedor testimonio en favor de la paz de uno de los supervivientes, el radiólogo Takashi Nagai, converso al catolicismo, superó desde el principio las fronteras de su país y llegó a ser uno de los autores más leídos en Japón. Falleció como consecuencia de las radiaciones.