LECTIO DIVINA PARA LA VIDA DIARIA: LOS SALMOS Y LOS CÁNTICOS DE LAUDES Y VÍSPERA

LECTIO DIVINA PARA LA VIDA DIARIA: LOS SALMOS Y LOS CÁNTICOS DE LAUDES Y VÍSPERA

VOLUMEN 3 (1ª SEMANA)

ZEVINI, GIORGIO

21,00 €
IVA incluido
Entrega en 8 - 10 días
Editorial:
VERBO DIVINO EDITORIAL
Año de edición:
2007
Materia
Biblias - sgda escritura
ISBN:
978-84-8169-724-7
Páginas:
416
Encuadernación:
Rústica
Colección:
Lectio Divina
21,00 €
IVA incluido
Entrega en 8 - 10 días

Introducción:

La oración de la mañana y de la tarde

La relectura cristiana de los salmos (Giorgio Zevini

1. Los salmos en la historia de la salvación

2. Los salmos en la historia del pueblo judío

3. El dinamismo del salterio hacia Cristo

4. La oración de Cristo: relectura cristológica de los salmos

5. La oración de la Iglesia: relectura eclesiológica de los salmos

6. ¡Señor, enséñanos a orar en el hoy!

7. El mejor método para rezar los salmos

8. Conclusión



Primeras vísperas del domingo

Salmo 140,1-9: El alzar de mis manos como ofrenda de la tarde

Salmo 141: Señor, tú eres mi refugio

Filipenses 2,6-11: Cristo, siervo de Dios, humillado y exaltado



Laudes del domingo

Salmo 62,2-9: El deseo de Dios

Daniel 3,57-88.56: Que toda criatura alabe al Señor

Salmo 149: Exulten los fieles en la gloria



Segundas vísperas del domingo

Salmo 109,1-5.7: El Mesías es nuestro rey y sacerdote

Salmo 113A: Cuando Israel salió de Egipto

Apocalipsis 19,1-2.5-7: ¡Aleluya! Han llegado las bodas del Cordero

1 Pedro 2,21-25a: Cargó con nuestros pecados



Laudes del lunes

Salmo 5,2-10.12-13: Invocamos el auxilio del Señor por la mañana

1 Crónicas 29,10-13: Honor y gloria a Dios en la Iglesia y en Cristo Jesús

Salmo 28: El Señor proclama su Palabra



Vísperas del lunes

Salmo 10: Nuestro auxilio está en el nombre del Señor

Salmo 14: ¿Quién es digno de habitar en la casa del Señor?

Efesios 1,3-10: Dios nos ha elegido santos e inmaculados en el amor



Laudes del martes

Salmo 23: Abríos, puertas, al rey de la gloria en el monte del Señor

Tobías 13,2-10: Dios castiga y tiene misericordia... y no os ocultará su rostro

Salmo 32: Himno a la providencia de Dios



Vísperas del martes

Salmo 19: Oración por la victoria del Rey-Mesías antes de la batalla

Salmo 20,2-8.14: Acción de gracias por la victoria obtenida por el Rey-Mesías

Apocalipsis 4,11; 5,9.10.12: Himno de los salvados, redimidos en la sangre del Cordero



Laudes del miércoles

Salmo 35: Maldad del pecado y bondad del Señor

Judit 16,1-2a.13-15: El Señor, creador del mundo y protector de su pueblo

Salmo 46: El Señor, rey del universo y de los pueblos



Vísperas del miércoles

Salmo 26: Confianza en Dios en los peligros a través de la oración humilde y pobre del orante perseguido

Colosenses 1,3.12-20: Cristo, primogénito de toda criatura y primer resucitado de entre los muertos



Laudes del jueves

Salmo 56: Oración de la mañana por la liberación de los enemigos

Jeremías 31,10-14: Dios libera y reúne a su pueblo en la alegría

Salmo 47: Acción de gracias por la salvación del pueblo



Vísperas del jueves

Salmo 29: Acción de gracias por la liberación de la muerte

Salmo 31: Acción de gracias por haber recibido el perdón de los pecados

Apocalipsis 11,17-18; 12,10b-12a: El juicio de Dios



Laudes del viernes

Salmo 50: Ten piedad de mí, Señor, en tu misericordia

Isaías 45,15-46: Que todos los pueblos se conviertan al Señor

Salmo 99: La alegría de los que entran en el templo



Vísperas del viernes

Salmo 40: Oración de un enfermo abandonado por sus amigos

Salmo 45: Dios, refugio y fuerza de su pueblo

Apocalipsis 15,3-4: Himno de adoración y de alabanza al Señor.



Laudes del sábado

Sal 118,145-152 XIX (qof): Promesa de observar la Ley de Dios

Éxodo 15,1-4a.8-13.17-18: Himno de victoria por el paso del mar Rojo

Salmo 116: Invitación a alabar a Dios por su amor.

Jesús fue educado, en la tradición del pueblo de Israel, para orar con los salmos y convirtió el salterio en «su libro de oración» (D. Bonhoeffer). La Iglesia, siguiendo el ejemplo de su Maestro y Señor, hizo suyas aquellas estupendas oraciones líricas inspira-das y exhortó a los creyentes a aplicar los salmos no sólo a las grandes festividades, sino también a las circunstancias de la vida de cada día. Así fue como nació la liturgia de las horas. Este libro introduce al lector a rezar cristianamente los salmos de laudes y vísperas. Basado en el antiguo método de la lectio divina, parte del sentido literal o histórico del texto original hebreo, se adentra luego en la relectura cristiana sugerida por el sentido espiritual, se dirige después a las iluminadoras palabras de los Padres y de la liturgia de la Iglesia y, final-mente, ayuda a bajar la Palabra a los acontecimientos cotidianos de nuestros días. Ayer como hoy, «es Cristo el que habla en los salmos [...], el que ora y aquel al que oramos [...], el que habla de nosotros por medio de nosotros y en nosotros, así como nosotros hablamos de él» (san Agustín). En la medida en que entramos en el misterio de Cristo y de la Iglesia, la palabra de los salmos se convierte en palabra nuestra: de invocación y de alabanza, de súplica y de acción de gracias.

Artículos relacionados

Otros libros del autor