Para el cristiano la cuaresma es un tiempo de verdadero cambio y renovación, tiempo de volver a respirar a pleno pulmón, tiempo para poner en orden tantas confusiones, para entablar relaciones auténticas, para restablecer diálogos rotos, para disfrutar del verdadero descanso. Siguiendo el itinerario de la lectio divina para cada día con la lectio, meditatio, oratio, contemplatio, actio y la lectura espiritual podemos disfrutar de esta nueva oportunidad de encontrarnos con el Señor en el alimento diario de su Palabra.